Esteroides anabólicos: efectos y riesgo de recurrir a estas inyecciones

2023-02-15 15:16:49 By : Mr. Jeffrey Liang

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Escrito y verificado por la médica Maryel Alvarado Nieto.

Los esteroides anabólicos androgénicos (EAA) son un grupo de sustancias sintéticas que se asemejan a la hormona masculina «testosterona». Estas moléculas tienen la particularidad de mejorar el rendimiento físico de diversas maneras.

Por lo anterior, algunos deportistas suelen emplearlos de forma indiscriminada. El problema es que conlleva a riesgos y efectos adversos para la salud, lo que ha llevado a su prohibición por parte de los comités deportivos.

Ahora bien, aunque la estrategia antidopaje se centra en los atletas de alto rendimiento, lo cierto es que más del 95 % de los usuarios que los utilizan no lo son. La mayoría son deportistas aficionados o personas que acuden al gimnasio para mejorar su apariencia física. ¿Qué hay que saber al respecto? ¡Sigue la lectura!

Una de las principales razones por las que se utilizan los esteroides anabólicos androgénicos (EAA) es por su efecto anabolizante. En particular, son capaces de estimular la producción de proteínas, lo que conduce a aumento de la musculatura.

Así las cosas, su uso en conjunto con el ejercicio físico promueve el desarrollo de la fuerza física y la definición de grandes músculos. Su principal ventaja es que los resultados se consiguen con menor esfuerzo y sin esperar tanto tiempo como con la práctica deportiva sana.

De forma adicional, existen mitos concernientes a los esteroides anabólicos que aumentan su popularidad. Entre ellos está que al ser un derivado de una hormona masculina, su uso por parte de los hombres conllevará a una mayor virilidad.

Sin embargo, la realidad es que ocurre todo lo contrario. Debido al exceso de hormonas androgénicas, se inhibe la secreción hormonal por parte del organismo, con lo que la libido se ve disminuida.

Resulta alarmante el número de adolescentes y adultos jóvenes que están recurriendo a los EAA. Muchos de ellos desconocen la realidad de los efectos nocivos de estas sustancias, y este consumo a ciegas se ha convertido en un problema de salud pública.

Del mismo modo, la supresión hormonal secundaria al exceso de andrógenos conlleva a hipogonadismo. Los hombres que consumen estas sustancias presentan con frecuencia tamaño testicular reducido y alteraciones en el espermograma.

Por otro lado, parte del exceso de estos andrógenos se transforma a hormonas femeninas (estrógenos) en distintos tejidos del cuerpo. Con ello se estimula la proliferación de las mamas, condición conocida como «ginecomastia».

Entre tanto, en la mujer, los EAA producen efectos virilizantes y provocan alteraciones en el ciclo menstrual. Incluso, es habitual ver modificaciones en el crecimiento del vello corporal, pues se evidencia hirsutismo asociado a alopecia con patrón masculino.

Del mismo modo, puede aparecer hipertrofia del clítoris, atrofia mamaria y cambios en el tono de la voz, que se tornará más grave, además de ser irreversible. Otros efectos endocrinos se enlistan a continuación:

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Los usuarios de los EAA tienen un riesgo aumentado de un evento coronario debido a los cambios que producen estas sustancias en el aparato cardiovascular.

Para ser más exactos, estas sustancias aumentan los valores de colesterol a expensas de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), mientras que disminuyen a las cardioprotectoras (HDL). Por consiguiente, se da una mayor disposición a la aterosclerosis y a eventos tromboembólicos.

En cuanto a la tensión arterial, se ha vinculado a un aumento en la retención de líquidos que repercute en mayores cifras tensionales en estos pacientes. Del mismo modo, propician la agregación plaquetaria y la disfunción endotelial consecuente a la misma.

Dado que el corazón debe vencer mayores cargas, también se describe la remodelación del músculo cardíaco, lo que tiende a derivar en miocardiopatías. Los mecanismos por los que ocurre esta hipertrofia aún deben investigarse.

Algunos esteroides anabólicos androgénicos (EAA) producen modificaciones en la función del hígado que pueden llegar a ser graves. Estos efectos son más frecuentes cuando se consumen por vía oral que con aquellos que se inyectan.

La práctica habitual de combinar ciclos de EAA tanto con tabletas como con ampollas hace que sea relevante conocer estas alteraciones.

La toxicidad en el hígado se evidencia mediante la elevación discreta de las enzimas hepáticas y el aumento de los valores de bilirrubina. Por eso, es frecuente que el paciente presente ictericia. De hecho, es habitual que también refiera prurito, malestar general y coluria.

Por otro lado, está descrita la asociación de patología tumoral hepática con el consumo prolongado de esteroides anabólicos. Así las cosas, es esencial buscar signos de malignidad y hacer un seguimiento posterior a la retirada de estas sustancias.

Del mismo modo, la patología colestásica que muestra el hígado puede conllevar a la aparición de insuficiencia renal. Al parecer, existe una relación entre el aumento de los niveles de bilirrubina y la consiguiente falla renal, pero deben hacerse más investigaciones para comprender este mecanismo.

Por ahora, es imprescindible conocer que la disfunción del riñón puede ser tan grave que amerite la realización de diálisis.

Por otra parte, la superficie corporal también se ve afectada por los esteroides anabólicos androgénicos. En la dermis se produce una hipertrofia de las glándulas sebáceas, lo que aumenta la producción de grasa.

Por tal mecanismo, los consumidores de EAA presentan dermatitis seborreica, una condición en la que la piel y el cabello tienen aspecto grasoso. A su vez, favorece el crecimiento de Propionibacterium acnes —bacteria involucrada en el acné— y eleva el riesgo de inflamación e infección en los sitios de punción de estas sustancias.

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En última instancia, se describen los cambios en la esfera psiquiátrica y mental, que suelen ser subestimados. Es importante resaltar que el propio consumo de estas sustancias es una evidencia de una alteración subyacente.

La dismorfia muscular que experimentan estas personas les hace recurrir al abuso de los EAA en un intento desesperado por compensar de manera rápida la percepción de la imagen corporal que tienen sobre sí mismos.

Además, en este grupo de individuos son frecuentes los cambios de humor. Parece haber una asociación entre el consumo de esteroides anabólicos y una mayor tendencia a la agresividad. No obstante, esta relación requiere de más investigaciones que logren demostrarla. Entre otras cosas, se ha observado que los consumidores de estos suplementos tienden a ingerir otras drogas de abuso.

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Los contenidos de esta publicación se redactan solo con fines informativos. En ningún momento pueden servir para facilitar o sustituir diagnósticos, tratamientos o recomendaciones de un profesional. Consulta con tu especialista de confianza ante cualquier duda y busca su aprobación antes de iniciar cualquier procedimiento.

Escrito y verificado por la médica Maryel Alvarado Nieto.

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